No desperteis a los muertos...

jueves, 6 de diciembre de 2007

"Si un hombre ha muerto y ha sido enterrado, no ha de ser molestado nunca. Sólo puede salir por propia voluntad. Si su quietud llega a ser turbada, no hará si no causar peores males que el más cruel de los hombres vivos.

Si, por el contrario, ha sido enterrado con vida, el error debe ser subsanado de inmediato. Un hombre desenterrado necesitará cuidados equivalentes al tiempo de oscuridad y tierra que haya sufrido, así como un tiempo de adaptación a la luz. No puede ser expuesto a la luz directa del sol hasta que no se haya cumplido un plazo de tiempo tres veces superior a su sueño en camposanto. De lo contrario morirá. No una muete física, pues el sol no mata a los vivos. Sólo su alma se perderá por considerar tal acto como ofensa a Dios. De ser así, este nuevo ser, no vivo y no muerto, condenará su eternidad a un océano de tinieblas del que no podrá salir. No desperteis a los muertos. No enterreis a los vivos."