Muchas gracias

domingo, 12 de agosto de 2012

Y eso es lo que amo y admiro de la mujer guayaquileña, su franqueza, esa forma tan especial que tienen para herirte no con un puñal sino con una espada que te atraviesa el pecho y te deja una herida tan grande que no cauteriza por mas que intentes sanarla, esa forma tan única de utilizar las palabras en metáforas tan llenas de música para herirte con la crueldad propia de la comedia mas sarcástica, ¿que tendrá esta bendita ciudad que las hace así?, tan directas para lastimar, tan frontales en su odio... tan vengativas y orgullosas, tan desalmadas y soberbias a ratos.

Muchas gracias por ser así!!!!.