Para que exista paz, toda ofensa o agresión merece imperativamente una respuesta contundente en igual fuerza y medida, solo así se puede establecer una convivencia pacífica, si no abusarán de ti siempre. Los límites del goce están claros: "ojo por ojo y diente por diente" (no es ojo por brazo ni ojo por cabeza), una respuesta no debe sobrepasar nunca la medida de la ofensa recibida.
Para que exista paz
martes, 12 de agosto de 2014Enviar por mail a un amigo Etiquetas: Judaismo, Justicia, Legalidad, Paz, Psicoanalisis
Quizá también te interese leer: