Desadaptación social

viernes, 25 de mayo de 2012

Estas apariencias engañan, son solo imágenes fátuas... ficticias, inexistentes, es mil veces preferible y hasta moralmente necesario e incluso obligatorio ser despreciable para esta despreciable sociedad que ser aceptado, encajar en sus mentiras y peor aun ser amado por aquella masa profundamente estúpida, pútrida y absolutamente repulsiva. Ser temido, repudiado y rechazado por las bestias tranquiliza enormemente la consciencia y alimenta la razón, por eso soy ese monstruo de lentes oscuros que se mira con asco frente al espejo y rechaza su carne, informe y envejecida, aquel imperdonable error del vulgar deseo y la repugnante necesidad de satisfacción pulsional, que jamás debió ser concebido.

El hastío se hizo carne y habitó entre nosotros...