Yo no juré la bandera

viernes, 5 de octubre de 2012

Me preguntaron si besé o no la bandera del Ecuador cuando estaba en el colegio:

Pues no... no la besé, por que desde pequeño sufro cierta tendencia a la obsesión - compulsión y me daba asco que todo el mundo pusiese su puerca bocota en aquella sucia y vieja bandera, solo de pensarlo me imaginaba la cantidad de bacterias, parásitos y hongos presentes... admito además que mis razones para no besarla no fueron anárquicas sino mas ligadas al desinterés e indiferencia.

Recuerdo que si flexioné una pierna e hice el ademán de llevármela a la boca, pero eso no significa nada... un contrato de ese tipo solo se puede hacer a partir de la mayoría de edad (como se hace por ejemplo en USA y en otros países) y yo en septiembre del año 1996 tenía solo 17 años, puesto que cumplo años el 23 de noviembre, por lo tanto si alguien llegase a pensar que es válido el juramento por simplemente haber flexionado la rodilla aclaro que está muy equivocado, el contrato es nulo e inválido tanto por el carácter obligatorio como por la minoría de edad que ostentaba al momento del famoso juramento.