Ecologismo misántropo: domesticadores, histéricos y animalistas

viernes, 18 de abril de 2014

Me cansé de los memes animalistas acerca del profundo amor que los animales "sienten" por nosotros, al ver uno de estos memes me pregunté, ¿qué especie podría sentir amor por los seres humanos?, ¿porqué amar a la humanidad si entre nosotros no somos capaces de hacerlo?, ¿es una muestra desinteresada de amor por nosotros pese a nuestra crueldad?, nada de eso... va mucho mas allá.



La misantropía (del griego μίσος (miso): « yo odio», y άνθρωπος (anthropos): «hombre, ser humano») es una actitud social y psicológica caracterizada por la aversión general hacia el género humano. Su antónimo es la filantropía: amor al ente humano. No implica necesariamente desagrado por personas concretas, sino animadversión por los rasgos compartidos por toda la humanidad. Un misántropo es, por tanto, una persona que muestra antipatía por los seres humanos y la humanidad como entes. Puede ser ligera o marcada, así como de características muy diferentes: desde lo inofensivo, la crítica social, hasta la destrucción o la autodestrucción, (Misantropía).

El humanismo, en el sentido amplio, significa valorar al ser humano y, sobre todo, la condición humana. Está relacionado con la generosidad, la compasión y la preocupación por la valoración de los atributos y las relaciones humanas, (Humanismo filosófico).

Entiendo perfectamente la posición de los animalistas (aunque no la comparto del todo), la sociedad humana repugna por infinidad de razones, pero que sea repugnante por maltratar a los animales crea un bucle infinito que hace a muchos ser inconscientes de su incipiente o crónica misantropía.

En este tema existen dos bandos claramente identificados: Los humanistas versus los misántropos, algo así como los optimistas versus los pesimistas, no existe conciliación alguna mas allá de ciertas aberraciones políticas que para obtener poder y votos, mezclan ambas posiciones antagónicas. Digamos que un "socialismo humanista" estaría en contra del ecologismo animalista mas recalcitrante, sin embargo existen ecologistas socialistas que asumen la defensa de los animales jactándose de amar a la humanidad y para colmo son veganos.

Así mismo no pueden existir animalistas que al mismo tiempo sean cristianos al mismo tiemp puesto que irían en contra del supuesto humanismo que promueve el cristianismo (amar al prójimo y todas esas mentiras), un verdadero cristiano jamás pondría el amor a un animal por encima del amor a la humanidad.

Estas y otras incoherencias están presentes en la moda de ser "bueno" y que es reflejo de la culpa cristiana en un renovado "culto a la debilidad".

Ya schopenhauer (declarado misántropo) expuso su misantropía en favor de los animales, Lord Byron hizo también lo suyo por su parte, entre otros:

"El hombre ha hecho de la Tierra un infierno para los animales", (Arthur Schopenhauer).

"Debo confesarlo sinceramente. La vista de cualquier animal me regocija al junto y me ensancha el corazón, sobre todo la de los perros, y luego la de todos los animales en libertad, aves, insectos, etc. Por el contrario, la vista de los hombres excita casi siempre en mi una aversión muy señalada, porque con cortas excepciones, me ofrecen el espectáculo de las deformidades más horrorosas y variadas: fealdad física, expresión moral de bajas pasiones y de ambición despreciable, síntomas de locura y perversidades de todas clases y tamaños; en fin, una corrupción sórdida, fruto y resultado de hábitos degradantes. Por eso me aparto de ellos y huyo a refugiarme en la naturaleza, feliz al encontrar allí a los brutos", (Arthur Schopenhauer).

"La piedad, principio de toda moralidad, toma también a los animales bajo su protección. La pretendida carencia de derechos de los animales, el prejuicio de que nuestra conducta con ellos no tiene importancia moral, de que como se suele decir, no hay deberes para con los irracionales, todo esto es ciertamente una grosería que repugna, una barbarie de Occidente", (Arthur Schopenhauer).

"Mientras mas conozco a los seres humanos, mas quiero a mi perro", (Lord Byron).

En contraparte, otros ya evidenciaron y desde hace mucho tiempo, que tal posición "moral" es en muchos casos misantropía enmascarada:

"Muchos aman a los animales porque creen que el cariño de éstos es desinteresado, pero se engañan", (Isabel De Rumania).

"Algunos aman las flores y los animales porque son incapaces de entenderse con sus semejantes", (Sigrid Undset).

Ahora expondré una incoherencia aun mas descarada, la domesticación y la mascotización de animales:

"Domesticación es el proceso por el cual una población de una determinada especie animal o vegetal pierde, adquiere o desarrolla ciertos caracteres morfológicos, fisiológicos o de comportamiento, los cuales son heredables y, además, son el resultado de una interacción prolongada y de una selección artificial por parte del ser humano. Su finalidad es obtener determinados beneficios de dichas modificaciones", (Domesticación).

El proceso de domesticación va en contra del concepto de libertad natural, los gatos y los perros fueron domesticados durante siglos siguiendo un proceso de eugenesia donde los especímenes agresivos eran sacrificados y los dóciles mantenidos vivos pero como mascotas al servicio de sus amos, siempre y cuando sirvan como herramientas para dar seguridad, confort, estatus, etc.

Muchos animalistas olvidan que sus mascotas son bestias (por mas que intenten delirantemente humanizarlas) y que toda la fidelidad y amor incondicional que vean en estos es solo producto de la "domesticación", algo similar ocurre en los seres humanos que sufren el Síndrome de Estocolmo. Aldous Huxley en su libro "Un mundo feliz" se basó en el concepto de domesticación y eugenesia para crear un mundo futurista donde solo los seres humanos dóciles y fieles a su gobierno podían tener acceso a derechos.

Dudo mucho que los animalistas, por mas amor pigmaleón que puedan sufrir, sigan viendo amor y fidelidad en perros en estado de absoluta libertad como los perros salvajes africanos ya que estos cuando tienen hambre también cazan humanos.

Organizando coherentemente el pensamiento animalista, cualquiera que se preste de tal, rechazaría viscerlamente cualquier forma de domesticación de los animales y procuraría mantenerlos en estado salvaje ya que es la única forma de libertad natural, incluso fomentaría un verdadero movimiento animalista que impulse a los dueños de mascotas a liberarlos en parques o en selvas para que se desarrollen libremente.

Estas incoherencias en el movimiento animalista me recuerda una frase de Bakunin:

"Mientras haya un tirano en los cielos, el hombre será esclavo en la Tierra", (Mijail Bakunin).

Ergo... mientras exista un ser humano que se preste de ser "amo" para su mascota, estas seguirán siendo esclavas y maltradas. Y correcto... si fuesen mas coherentes y un poquitín mas inteligentes, los animalistas se darían cuenta (según sus propias creencias), que mantener mascotas en su hogar (peor aun castrarlos y cortarles las uñas), los convierte en viles maltratadores de animales.

Histeria enmascarada de animalismo:

Pero ¿qué más hay detrás del movimiento animalista?, ¿quienes son realmente los animalistas?, además de ser maltratadores y abusadores de animales, y ser incoherentes y contradictorios con sus ideales, está también toda una estructura de personalidad que los haría incapaces de alejarse de sus mascotas y ser verdaderamente lo que propugnan ser:

La proyección es un mecanismo de defensa por el que el sujeto atribuye a otras personas las propias virtudes o defectos, incluso sus carencias (Falta (psicoanálisis)). En el caso de la proyección negativa, esta opera en situaciones de conflicto emocional o amenaza de origen interno o externo, atribuyendo a otras personas u objetos los sentimientos, impulsos o pensamientos propios que resultan inaceptables para el sujeto. Se «proyectan» los sentimientos, pensamientos o deseos que no terminan de aceptarse como propios porque generan angustia o ansiedad, dirigiéndolos hacia algo o alguien y atribuyéndolos totalmente a este objeto externo. Por esta vía, la defensa psíquica logra poner estos contenidos amenazantes afuera. La proyección positiva se da cuando el sujeto atribuye a otra persona cualidades dignas de ser admiradas, envidiadas, amadas, etc. es un componente habitual, incluso necesario en el proceso del enamoramiento. El tipo de proyección que el sujeto realice dependerá de su estructura psíquica y de la introyección que haga de si mismo y su autopercepción, (Proyección)

El desplazamiento es un mecanismo de defensa inconsciente en que la mente redirige algunas emociones de un objeto y/o representación psíquica que se percibe como peligroso o inaceptable, a uno aceptable, (Desplazamiento)

El amor es un acto de proyección, desplazamiento y transferencia (intervienen por supuesto la identificación, la falta, etc.), por medio de la proyección se verá en el ser amado las cualidades que el sujeto tiene pero que no se atreve a descubrir en si mismo (tal persona me gusta porque es tierna y cariñosa o la odio por ser cruel y despiadada), en el desplazamiento se atribuyen sentimientos de otra persona hacia uno mismo (tal persona me odia o me ama) y en la transferencia se transfieren sentimientos hacia la otra persona (recuerdos, emociones, vivencias, etc.).

Una persona que ama a un animal por ser cariñoso, fiel, agradecido, etc. nunca logró descubrir esas cualidades en si mismo y tampoco en los demás y hace proyecciones y desplazamientos hacia un animal como lo haría con cualquier objeto inanimado (totems, amuletos), incluso imaginario (Dioses, ángeles, etc.).

El tipo de proyección que realice una persona dependerá de su estructura psíquica, un paranoide por ejemplo hará siempre proyecciones pensando que todos son malos y hará desplazamientos creyendo que todos lo odian. Un psicótico delirante dirá como proyección que Dios es bueno y como desplazamiento dirá que Dios lo ama o que su amuleto religioso le trae suerte.

Hablemos de la Histeria:

Existen varias características estructurales en la histeria tras el Edipo, la histeria representa una posición de no tener, más asociada a lo femenino, mientras la estructura obsesiva representa la posición masculina del tener.

La raíz conflictiva del componente homosexual en la histeria, no tiene que ver con la elección de objeto, sino con la identificación. Es la imposibilidad de Dora (o de las histéricas), para identificarse con lo femenino, lo que desencadena sus idas y vueltas en el camino del deseo, buscan tener lo femenino en vez de serlo, es decir que se identifican con el supuesto padre fálico y desde esa posición buscan encontrar la feminidad. La histérica de Lacan se reconoce porque con su neurosis persigue la pregunta sobre ¿qué es ser mujer?, pero la aborda desde una postura de tener, y mientras no renuncie a tener lo femenino para encarnarlo y serlo, su búsqueda no cesa.

Otra característica estructural de la histeria tiene que ver con el deseo, el cual también se estructura a partir del complejo de Edipo. El deseo difiere de la demanda porque no busca un objeto para la satisfacción, sino apunta a otro deseo, es decir que es deseo del deseo y por lo tanto es imposible de satisfacer.

En la histeria el deseo es el deseo del Otro; su insatisfacción tiene dos caras. Por un lado, al colocarse como el deseo del Otro, siempre es insatisfecho ya que lo que busca es el deseo, es decir la falta del Otro, no al Otro. En forma inversa, la histérica desea desear al Otro, recordemos que no busca al objeto, sino al deseo como algo vivo, por tanto se obtiene el mismo desenlace de insatisfacción.

Finalmente, en cuanto al goce, las histéricas buscan descubrir y evidenciar la falta en todos los otros, espejos de identificación de ellas mismas, colocándose en el lugar del deseo de los demás, demostrando a los otros lo incapaces que son de satisfacerlas, lo incompletos que todos están: ellas que quedan insatisfechas en tanto buscan la satisfacción absoluta, como sus objetos que no las pueden completar. En esto consiste el goce de la histérica.

Ese "tener" la feminidad representada en el culto a lo débil hace que muchas histéricas busquen proteger al desvalido e indefenso, buscarán dar esperando recibir y si no reciben entonces procederán a destruir. Ese eterno buscar de la histérica del ¿que es ser mujer? (para fingirlo y poder ser amada) se transforma en un ¿que es ser bueno? en la histeria moderna, en este caso proteger a los animales supuestamente indefensos convierte automáticamente a muchos histéricos en buenas personas ante los ojos de los demás. Pero es una cárcel del deseo y en esto los animales juegan un papel fundamental, la histérica idealiza la fidelidad producto de la domesticación porque le permite mantener en dependencia al objeto amado (muchas hasta les ponen nombres de sus ex amantes), es el proceso de hacerle saber al Otro que no es tal para intentar convertirse en su falta y así posicionarse en un pedestal, para ella eso es amor.

Un verdadero animalista entonces debería aceptarse y declararse abiertamente misántropo, ser anticristiano, probablemente budista, vegano, antihumanista, promover la extinción de la raza humana, nunca tener hijos y sobre todo no debería tener mascotas y estar en contra de la domesticación y mascotización de los animales. Lastimosamente vemos casos de animalistas que creen en el humanismo cristiano y tienen mil mascotas domesticadas, siendo brutales carcelarios y amos para sus mascotas.

Si crees ser animalista, no te engañes, solo eres un simple misántropo más, como yo o cualquier otro por ahí...


Fuente:

Clínica de la histeria
El origen de la antitauromaquia moderna
No a la mascotizacion de animales silvestres
Estructura Histérica: Identificación, deseo y goce
Misantropía antitaurina: odiar en nombre del amor